Descubriendo científicos, un proyecto que se extiende en el territorio

Un equipo de investigadores, docentes y estudiantes de las Facultades de Ciencias Físico Matemáticas y Naturales y de Química, Bioquímica y Farmacia, trabaja con escuelas del interior provincial en talleres científicos donde niños y niñas aprenden jugando.

Descubriendo científicos es un proyecto de extensión, financiado por la Secretaría de Políticas Universitarias y dirigido por Myriam Villegas (FCFMyN), Alicia Panini y Liliana Villegas (FQByF). Desde hace varios años vienen trabajando con el objetivo de promover el interés por la ciencia en las infancias, a través de actividades experimentales de ciencias naturales y matemáticas en escuelas alejadas de los centros urbanos.

“Desde nuestro lugar de educadores nos proponemos acompañar a las escuelas alejadas desde lo geográfico o cultural de la ciudad de San Luis. Después de la pandemia y aun habiendo regresado a las actividades escolares con presencialidad plena, persiste el abordaje de las ciencias exactas y naturales con baja o nula actividad experimental. Proponemos, desde la mirada de la alfabetización científica, talleres experimentales que aporten no solo los conocimientos propios de las ciencias involucradas sino también para dar a los estudiantes la posibilidad de vivenciar el proceso de la indagación científica”, detalla Villegas.

Este proyecto se focaliza en el nivel primario, aunque por las características de algunas escuelas, las actividades se han extendido al nivel inicial. “Hemos elegido el nivel primario porque la evidencia científica nos señala el valor y la importancia de incorporar algunas capacidades del pensamiento lógico y científico a edades tempranas. Sabemos desde la investigación que cuanto antes los incentivemos hacia la ciencia, más probable es que cuando deba escoger una carrera, tengan entre sus posibilidades de elección, una carrera de científica”, subraya.

El equipo está trabajando con las escuelas N° 204 Maestro Nemesio Villegas en la localidad La Carolina, la Nº 192 Maestro Rural Puntano en Donovan, la N° 22 Historiador Urbano J. Nuñez en Fraga y está previsto después del receso de invierno, visitar la Escuela N°157, Granadero Juan Enrique Lozano ubicada en el paraje Duraznito y la N° 381 Soldado Puntano ubicada en Pampa del Tamboreo. Los Talleres son variados, entretenidos y dirigidos a distintas edades.

“Tenemos un menú de experiencias de matemática. Una de ellas consiste en trabajar a partir de una receta de cocina con una comida destinada a 4 personas. Los chicos y chicas deben hacer los cálculos que le permitan hacer esa comida para todo el curso e incluso toda la escuela. Esta actividad está destinada a estudiantes de 4º a 6º grado”, explica.

En todos los talleres, los niños y niñas experimentan, piensan, observan y sacan conclusiones que luego comparten con sus compañeritos.  “Una de las actividades de biología, consiste en buscar plantas en el patio y analizarlas en el microscopio. Allí ven las particularidades de esas plantas e incluso si tienen usos medicinales. En química hacen el slime, una especie de gelatina elástica y viscosa. Este experimento nos ayuda a hablar de conceptos cono los polímeros y los estados de la materia. Esta actividad la destinamos a todos los estudiantes, de toda la escuela y se llevan el slime de regalo. Para los más grandes trabajamos con levaduras para ver qué son los microrganismos si son seres vivos o no, para ello observan levaduras con distintos dispositivos e incluso microscopios y eso es algo que llama la atención porque no todas las escuelas tienen estos instrumentos y es una actividad en la que se suman activamente los docentes”, relata Villegas.

Los más pequeños aprenden sobre el uso adecuado de medicamentos a través de una obra de teatro. Esta estrategia didáctica permite la interacción para saber qué hacen cuando están enfermos, dónde se deben comprar las medicinas, las diferencias con las golosinas y los cuidados que hay que tener.  En física, los más chicos juegan con el armado de aviones de papel diseñados en distintos tamaños y con distintos tipos de papel. Observan y registran cuáles vuelan mejor y por qué.  También realizan un experimento con magnetismo. Trabajan con imanes y a través del juego, aprenden qué materiales tienen esta particularidad.

“En temas de nutrición, trabajamos con el armado de una mini heladera para pensar dónde y cómo guardamos los alimentos. En base a sus relatos, se van señalando y sugiriendo cambios en hábitos y costumbres que suelen ser erróneas. Observamos por ejemplo el cuidado de fecha de vencimiento, las temperaturas de conservación, etc. También llevamos a cabo un taller sobre etiquetado. Se les enseña a leer las etiquetas y diseñamos una etiqueta para un alimento nuevo, que inventamos en el aula”, cuenta.

“Las autoridades, docentes y estudiantes de las escuelas, siempre nos han recibido muy bien y con mucho entusiasmo. En las que están alejadas de la ciudad, nos esperan con mucha ansiedad. La recepción de docentes y estudiantes, siempre ha sido formidable”, remarca Villegas.

En el proyecto de extensión colaboran y participan muchos estudiantes de ambas facultades; “los estudiantes son espectaculares y se van sumando. Son muy comprometidos y responsables. Valoran salir de la universidad, ver otras realidades y trabajar en el territorio. Además de las actividades que llevamos, hacemos meriendas y compartimos un lindo momento con las escuelas que visitamos”, señala.   “Nos interesa contagiar nuestra pasión por hacer ciencia, despertar la curiosidad por saber más, hacer una pregunta e intentar responderla, medir, sacar conclusiones, observar y siempre desde el juego como propuesta pedagógica”, concluye.