Entrevista a la Profesora Majda Pekolj: Una vida dedicada a las Matemáticas y su enseñanza
En el Día del Matemático y de la Matemática realizamos una entrevista con la Mg. Majda Pekolj, docente jubilada del Departamento de Matemática de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas y Naturales.
Majda nació en San Luis y creció en el seno de una familia eslovena que llegó a la provincia tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial. Sus estudios primarios y secundarios los realizó en el Colegio San Luis Gonzaga y, posteriormente, en 1970, comenzó a estudiar la Licenciatura en Matemática en la Universidad Nacional de Cuyo, actual Universidad Nacional de San Luis, graduándose en marzo de 1975.
La Profesora Pekolj se desempeñó en la docencia durante 37 años en nuestra Facultad y, en el año 2016, alcanzó el régimen jubilatorio.
– ¿Por qué le apasionaban las matemáticas?
-Desde niña me encantaba la matemática. Recuerdo que en primer grado la maestra nos ejercitaba todos los días durante quince minutos en cálculo mental antes de empezar la clase. Además, en casa mi mamá me hacía practicar mucho y yo entendía muy bien porque en las restas con dificultad le cambiaba los números, le hacía trampa para que me quedaran “restas sin dificultad” (risas). Luego, a los quince años ya empecé a preparar alumnos, primero a mis compañeras de la escuela y después a chicos y chicas que venían por recomendación. Tuve muy buenas maestras y profesoras que me permitieron encontrar el sentido y la razón de ser de la Matemática.
– ¿En qué año comenzó a estudiar en la Universidad?
–Yo soy de la última promoción de maestros, egresé en 1969. Después, por cambios de Planes de Estudio no hubo, como opción, Magisterio en el Nivel Secundario en Argentina.
En mi familia, el estudio siempre fue una prioridad al igual que el trabajo. Es lo que nos permitió progresar y proyectar un futuro. Todo ello, sumado a que estaba con el interés por la enseñanza y me gustaba hacerlo, me inscribí en la Licenciatura en Ciencias Matemáticas ingresando a la Universidad Nacional de Cuyo en 1970.
¿Recuerda sus inicios en la docencia en la Universidad?
-Estando en tercer año de la Licenciatura en Matemática empecé a trabajar como ayudante auxiliar alumno. Trabajé con el profesor Acevedo en materias de los primeros años de la carrera.
– ¿Cómo vivió la época de la dictadura militar como estudiante?
-En realidad, yo viví como estudiante la etapa previa. Fueron momentos difíciles porque si no iba a las reuniones, a los claustros, me marcaban. Fue duro, tal es así que el 23 de noviembre de 1974 hubo una explosión en mi casa y la policía supuso que estaba relacionado a un atentado hacia mi familia.
– ¿Qué piensa al haber sobrevivido a esa época oscura y dolorosa?
-En 1975 mi marido trabajaba como ingeniero en la empresa alemana KWU (Ktaftwerkunión) subsidiaria de Siemens, que construyó la Central Nuclear de Atucha I. A mediados de ese año la guerrilla secuestró a uno de los gerentes y una de las condiciones para liberarlo fue que todo el personal alemán de la empresa se fuera del país. En tres días tuvimos que preparar nuestras cosas para irnos de Argentina con una criatura de nueve meses y mi embarazo de cinco meses. Estas son historias que no se conocen muchas veces. Mis compañeros de la Facultad la vivieron de otra forma y yo la viví así.
– ¿A qué país se trasladaron y por cuánto tiempo?
-Nos fuimos a Alemania, a Erlangen donde funciona la empresa Siemens. Yo estuve catorce meses allí, después volví con mis niños a San Luis mientras mi marido se quedó trabajando allá un año más hasta que regresó definitivamente.
Al 24 de marzo de 1976 estaba viviendo en Austria.
– ¿Cuánto tiempo estuvo sin ejercer la docencia?
-Fueron doce años sin trabajar, ya que me dediqué a la crianza de mis seis hijos, de muy corta edad y muy seguidos en edades.
– ¿Cómo surge la posibilidad de volver a la enseñanza de la matemática?
–En 1986 se me presentó la posibilidad de rendir un concurso docente en la Universidad. Mis ex compañeras me habían comentaron sobre él y me presenté sin dudarlo. Fue todo un desafío prepararme para ese concurso: volver a mis libros, apuntes, volver a estudiar. Era volver a lo mío. Obtuve ese cargo. Por ese entonces la Directora del Departamento de Matemática era la Lic. Norma Cerizola. Ella creó junto con la Lic. Nélida Perez el Proyecto Educativo “ Mejoramiento de la Enseñanza de la Matemática” al que dirigió hasta su cierre. Me incorporé a ese proyecto y con ello pude trabajar, estudiar y profundizar mis conocimientos en relación a la didáctica de la Matemática. Siempre estaré agradecida a Norma Cerizola por esta oportunidad que me brindó.
El trabajar en este proyecto me llevó a inscribirme en la Maestría en Didáctica de la Matemática en la Universidad Nacional de Rio Cuarto recibiendo el título en diciembre de 2005.
– ¿Qué actividades realizaban?
-Desde el Proyecto Educativo realizamos muchas capacitaciones para docentes de Matemática tanto de nivel primario como secundario. Estas capacitaciones al igual que las actividades docentes que desarrollábamos en distintas materias las integrantes del grupo, nos permitían conocer las dificultades que ciertas temáticas generaban a los docentes y estudiantes, llevándonos a realizar investigaciones que se plasmaban en trabajos que presentábamos en Congresos. A la vez, nos conducían a elaborar materiales a los fines de corregir errores conceptuales o metodológicos. Trabajamos mucho colaborando con el Ministerio de Educación de San Luis al implementarse de Ley Federal de Educación.
– ¿Cómo describe su experiencia como docente en el Ingreso de la Facultad?
-Fue una etapa fantástica. Al principio trabajé en el Curso de Matemática para Ingresantes frente a estudiantes, también lo hice participando en la elaboración de las pruebas y, por último, fui coordinadora del Sistema de Tutorías de Pares contando con mi gran colaboradora Prof. Gabriela Ranzuglia. El ámbito de las tutorías nos permitió conocer las problemáticas del ingresante. En cuanto a la matemática, pudimos conocer los vínculos que con ella poseían los ingresantes en cuanto a concepciones, conocimientos, estrategias de trabajo como también miedos al trabajar. Todo esto sumado a problemas personales y de adaptación a la vida universitaria. Pudimos ayudar a muchos ingresantes a través de los tutores que eran estudiantes avanzados de las carreras de la Facultad.
– ¿Por qué cree que a los jóvenes les cuesta entender la matemática?
-En base a mi experiencia, actuando en distintos roles: estudiante, docente, formadora de formadores, investigadora, pude determinar algunas causas de las dificultades de los jóvenes en su relación con la matemática. Hay en principio una cuestión cultural por la cual la matemática “es difícil”, “solo para algunos” que genera inseguridades y miedos pero también ciertos conformismos: “no puedo”, “no es para mí” impidiendo muchas veces aceptar el desafío del “hacer matemática”. Si a esto se suma muchas veces una enseñanza poco motivadora, plena de cálculos a los que no se les encuentra el sentido, sin relación con la realidad, las ciencias, la vida, es entendible que los estudiantes no se sientan atraídos por la Matemática.
Mostrar a los/las estudiantes una Matemática útil, interesante, funcional es el mejor camino para que se enamoren de ella.
– ¿Cómo ve la formación actual de los profesores para la enseñanza del nivel medio?
-Puedo hablarte en relación al Profesorado en Matemáticas de nuestra Facultad. Con las integrantes de la Comisión de Carrera, Lic. Nélida Perez y Dra Ruth Martínez, analizando el Plan de estudios notamos que tenía los contenidos necesarios de esta ciencia, lo cual, por supuesto es fundamental, pero, solamente en el último año, se abordaban las cuestiones referidas a la Didáctica de la Matemática. Era complejo porque teníamos que cambiarle a nuestros estudiantes el “chip” que tenían incorporado, ya que había que enseñarles de qué forma enseñar y convencerlos de cómo hacerlo, en solamente un año. Era difícil porque hemos comprobado que uno tiende a enseñar en la forma en que aprendió, y nuestros estudiantes aprendían con clases teóricas expositivas de los profesores y después hacían ejercicios en los prácticos.
Siguiendo las orientaciones de la didáctica buscábamos que nuestros futuros docentes comenzaran a trabajar desde antes, por ejemplo, en la resolución de problemas, secuencias didácticas, análisis de libros de texto.
El cambio del Plan de Estudios (2013) llevó a que los estudiantes comenzaran a trabajar de esa manera desde el primer año de la carrera. Las docentes que trabajábamos en esta propuesta nos involucrábamos en tomar los cursos de primer año para empezar a trabajar de esa manera, como también en los cursos sucesivos para así llegar nuestros estudiantes mejor preparados a las materias específicas de Didáctica y Práctica Docente en Matemática. Finalizando sus estudios, percibíamos que nuestros estudiantes eran capaces de desarrollar eficientemente sus tareas docentes.
– ¿Por qué a veces los estudiantes no se animan a consultar dudas?
-Con el trabajo realizado en las Tutorías de Pares detectamos estudiantes que tenían miedo de consultar sus dudas durante las clases. Algunos ya traían esa carga desde la escuela secundaria, por haber sido subestimados por sus compañeros por plantear sus dudas. Otros, no eran atendidos por los profesores que proseguían sin pausa con sus clases.
Considero que no se puede adjudicar siempre esas preguntas a distracciones o desatenciones de los estudiantes, aunque a veces si lo sea.
Los roles de la duda y del error son importantes en la construcción del conocimiento por lo cual es fundamental trabajar a partir de ellos en las clases.
-En este contexto virtual por la pandemia, ¿cree que es posible enseñar la Matemática de igual forma?
-Yo le veo ciertas cuestiones, ya que soy partidaria de la relación personal entre docente-estudiante y en lo virtual creo que no siempre se logra. El año pasado el trabajo virtual fue una nueva experiencia y todo un desafío para ambas partes. Se puede hablar de ciertas ventajas de la no presencialidad, pero hay que tener en cuenta el nivel en el que se trabaja. Considero que es necesaria esa instancia personal en la que el estudiante pueda hablar con el docente y éste pueda conocer al estudiante. Siempre les insistí a los estudiantes del profesorado que los profesores de matemática formamos personas en matemática y en valores a través de la matemática y no sabría decir si desde lo virtual se puede lograr. Considero que habría que tener en algún momento, un espacio en el que los docentes puedan contar su experiencias y, a partir de ello, decidir cómo seguir trabajando.
– ¿Cuál es su vínculo actual con la FCFMyN?
-Es a través de la Carrera de Posgrado “Especialización en Didáctica de la Matemática”, de la cual soy co-directora. Nuestros estudiantes ya están realizando sus trabajos finales y en junio se iniciarán las inscripciones para la segunda cohorte.
– ¿Cuáles son sus buenos recuerdos de la Facultad con respecto a compañeros de trabajo o amigos?
-Pensando en mis años de estudiante recuerdo que éramos un grupo muy pequeño de estudiantes, unas cinco o seis personas. Compartíamos además de clases, momentos de estudio, almuerzos en el Comedor Universitario, asados, peñas, en realidad, la vida. Mantengo contacto con Zulma Millán que vive en San Juan y Esther “Pety” Moschetti, quien vive actualmente en Río Cuarto.
Quiero destacar que mis docentes fueron maravillosos. Se preocupaban y se ocupaban de nosotros, sus estudiantes. Nos dedicaban su tiempo, nos aconsejaban. Todos eran personas de gran calidad humana y de talento para la Matemática.
En cuanto a mis años de docencia, en el Departamento de Matemática encontré un grupo muy lindo de colegas con quienes compartíamos momentos de trabajo, alegrías y tristezas. Seguimos permanentemente en contacto, algunas ya jubiladas como yo y otras en actividad aún.
– ¿Qué anécdotas tiene de su amiga y colega Bárbara Bajuk?
-Hermosos recuerdos de viajes, charlas, debates. Además de haber compartido los momentos de trabajo docente en la UNSL también nos unían cuestiones culturales vinculadas a Eslovenia como ser, eventos de nuestra colectividad eslovena en San Luis, Mendoza, Buenos Aires.
Para Bara, el departamento de Matemática era su hogar, sus estudiantes eran su preocupación y el objetivo de su trabajo. Gran persona. La extraño.
Entrevista: Lic. Francisco Vidal Sierra