El arsénico en aguas de consumo humano
En el marco del “Ciclo de entrevistas a Investigadores/as directores/as de Proyectos/Laboratorios de la Facultad” hoy dialogamos con la Dra. María Martha Barroso Quiroga, directora del Proyecto “ESTUDIOS PARA LA REMOCIÓN DE ARSÉNICO EN AGUAS DE CONSUMO HUMANO” del Departamento de Minería.
¿Nos puede describir la temática del proyecto de investigación que dirige?, ¿Qué líneas de investigación las integran?
Nuestro proyecto aborda de una manera multidisciplinar una temática que es imperioso estudiar hoy en día: la presencia natural de aguas con arsénico en aguas de consumo.
El mismo está co-dirigido por la Dra. Daniela Curvale y cuenta con integrantes (docentes, nodocentes, graduados y estudiantes) de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas y Naturales, Facultad de Química Bioquímica y Farmacia, Facultad de Ciencias de la Salud, Facultad de Ciencias Humanas y Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias. Así como también trabajamos en conjunto con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y el Ministerio de la Salud de la Provincia de San Luis, y poseemos vínculos estrechos con varias intendencias de los Departamentos Dupuy, San Martín y Junín de la provincia de San Luis.
Hoy en día un importante porcentaje de la población rural y periurbana de nuestra provincia carece del acceso a una red de agua potable y se abastece de pozos de aguas subterráneas, que presentan concentraciones naturales de arsénico por encima de los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuyo valor debería ser inferior a 0,01 mg/L.
Nuestro proyecto busca el desarrollo de una tecnología viable, desde el punto de vista económico y ambiental, con especial interés en brindar una solución a un problema social que afecta la salud de los pobladores de la provincia de San Luis y alrededores.
¿Cómo se logró la remoción de arsénico en aguas de San Luis?
Este es nuestro foco de estudio, estamos encarando la problemática desde dos frentes: la extensión y la investigación. Desde la primera, organizamos talleres en escuelas rurales, urbanas y periurbanas con el fin de difundir el tema y enseñarles un método casero de remoción de arsénico (método RAOS), que consiste en rellenar una botella transparente con agua con contenido arsenical, colocarle dentro medio rollito de lana de acero y unas gotas de limón, dejarla al sol por algunas horas y posteriormente filtrar el agua. De esta manera, se logra disminuir la concentración de arsénico del agua de una manera sencilla y accesible. Sin embargo, desde nuestro segundo enfoque, estamos investigando materiales para la conformación de un filtro que pueda ser instalado en el punto de uso (canilla/grifo) de las viviendas.
¿Por qué puede ser peligroso que un ser humano consuma este tipo de aguas en la zona rural donde no hay agua potable?
La ingesta continua de aguas con altas concentraciones de arsénico puede causar severas enfermedades, especialmente la incidencia del Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (HACRE).
¿Qué tipo de enfermedades puede causar el HACRE?
La intoxicación crónica con arsénico se denomina arsenicosis, pero en nuestra región se agrupan dentro de la denominación HACRE. A largo plazo, las personas afectadas pueden desarrollar dermatitis, afectación del sistema nervioso central y periférico, hipertensión, enfermedades vasculares periféricas, cardiovasculares y respiratorias, y diabetes mellitus; y las estancias más avanzadas de la enfermedad incluye cánceres internos (pulmón y vejiga) y externos (piel), entre otros. También podría tener efecto sobre la reproducción, incrementando el índice de mortalidad de fetos de gestación avanzada y niños. Los niños son más susceptibles que los adultos en desarrollar afectos adversos del arsénico, y las enfermedades dermatológicas aparecen más rápido en ellos. Por ello, es imperiosa la necesidad de continuar investigando formas de remover el arsénico del agua y poder paliar esta situación.
¿Qué recomienda la OMS con respecto al consumo del agua?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la concentración 0,01 mg/L como nivel guía de arsénico presente en aguas de consumo. Aunque es un límite provisorio, ya que no hay certeza científica sobre los límites de riesgo, y como no existe un umbral para los efectos cancerígenos, ningún límite puede garantizar la inocuidad.
¿Qué relación tiene su proyecto con la sustentabilidad?
Nuestro proyecto va en línea con lo que propone la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en su Agenda 2030, y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En particular, los ODS asociados a nuestro proyecto es principalmente el ODS 6 “Agua limpia y Saneamiento”, pero también trabajamos en el ODS 3 “Salud y Bienestar”, ODS 10 “Reducción de las Desigualdades”, y ODS 17 “Alianzas para Lograr los Objetivos”.
¿Qué problemas puede traer el agua con arsénico utilizada para la cocción de alimentos?, ¿Existe un protocolo?
La población afectada no solo bebe agua con arsénico, sino también cocina sus alimentos con agua contaminada, y los diversos métodos de cocción –cuando se usa agua con contenido arsenical- influyen en la retención de arsénico en los alimentos cocidos. Nuestro grupo de investigación, como antes mencioné, es inter- y multidisciplinario, y entre ellos contamos con la Esp. María Agustina Romero, con quien hemos planificado realizar experiencias de cocción de diferentes alimentos, estudiar sus interacciones con el arsénico y redactar protocolos que puedan ser distribuidos a la población, de manera que la absorción de arsénico sea mínima cuando se cocinen los alimentos. Actualmente, se ha finalizado en 2021 la primera tesis de cocción de arroz, y este año se espera tener más resultados cocinando el mismo alimento en otra tesis de una alumna de Licenciatura en Nutrición. Además contamos con el asesoramiento en el área de la Bromatóloga Flavia Quevedo, investigadora del INTA AER-Concarán.
¿Qué solución se propone desde su equipo de investigación a este problema social?
El objetivo es encontrar un método de remoción de arsénico de uso domiciliario que pueda ser utilizada por los pobladores de la provincia de San Luis, y seguir realizando charlas de difusión a lo largo de la provincia. Nuestro grupo de investigación y extensión se ha formado –y se sigue formando- en universidades públicas, y es nuestro deber devolverle a la sociedad lo que ellos nos han brindado.
¿En qué grado ha impactado en el desarrollo de sus investigaciones, el avance en la tecnología y precisión del equipamiento que hoy se encuentran disponibles?
El equipamiento del que disponemos en el proyecto principalmente corresponde al Departamento de Minería (FCFMyN), y las diversas facultades de las que provienen los docentes integrantes también proveen materiales y equipamiento, en un esfuerzo mancomunado y compromiso social que tenemos todos los integrantes.
Los presupuestos de los que disponemos para investigación son escuetos, limitando la parte experimental. La instrumentación que posee mayor sensibilidad es muy costosa y ni en nuestro proyecto, ni en ninguno de los proyectos asociados, se dispone de recursos para costearla. Por ello, estamos implementando –a través de becas de Ciencia y Técnica a estudiantes de carreras químicas- el estudio de la optimización de las técnicas analíticas que usamos comúnmente para mejorar la sensibilidad y obtener mejores resultados en la determinación de arsénico en soluciones acuosas.
¿Cómo se relaciona su proyecto con la estancia que está realizando en la Universidad de Valencia?
He sido favorecida con una Beca María Zambrano de Atracción de Talento Internacional para trabajar en el Departamento de Química Analítica de la Universidad de Valencia, bajo la dirección de la Dra. María Luisa Cervera Sanz. Mi plan de trabajo aquí consiste en el uso de equipamiento analítico, estoy capacitándome en diversas técnicas analíticas y caracterizando muestras para contrastar con los resultados obtenidos en Argentina con nuestros equipos analíticos. Además, seguimos en la búsqueda de materiales que posean un buen desempeño en la remoción de arsénico y puedan conformar el filtro. He traído muestras de agua de consumo y arcillas naturales de la Provincia de San Luis, así como también materiales desarrollados por la Dra. Nora Merino (FICA), entre otros.
La colaboración internacional siempre supone un beneficio mutuo pues estrecha vínculos y favorece la formación de los grupos colaboradores; y esta es una gran oportunidad para el establecimiento de una colaboración científica provechosa y de futuro entre el Departamento de Minería, la FCFMyN, la UNSL y la Universidad de Valencia.
No quisiera dejar de nombrar al equipo multidisciplinario que integra los proyectos de investigación y extensión, ya que sin ellos nada de este trabajo sería posible.
INTEGRANTES DE LOS PROYECTOS
Co-Directora: Curvale, Daniela (FQByF, UNSL)
ACUÑA, Víctor (FCFMyN, UNSL)
AMAYA, Gilberto (FCFMyN, UNSL)
DÍAZ, Mario Guillermo (FQByF, UNSL)
GONZALEZ, Yarivith (INTEQUI-CONICET, FQByF, UNSL)
LONGAR, María Belén (FCFMyN, UNSL)
LUCERO, Walter Rolando (INFAP-CONICET)
OSORIO, María Belén (UNSL)
QUEVEDO, Flavia del Carmen (AER Concarán, INTA)
QUIROGA, Gustavo (FQByF, UNSL)
RIBAS, Ramiro (UNSL)
ROMERO VIEYRA, María Agustina (FCS, UNSL)
TORRES, Héctor Daniel (FCFMyN, UNSL)
YOUNG, Javier Gonzalo (INFAP-CONICET)
CARIZZA, Ignacio (Graduado, FCS, UNSL)
CEBALLOS, Martín (Graduado, FCFMyN, UNSL)
GONZALEZ, Melisa (Graduada, FQByF, UNSL)
MUGNANI, Ana Victoria (Becaria CIN, graduada, FCS, UNSL)
VILLEGAS, María Laura (Graduada, FCS, UNSL)
LUCERO, María Eugenia (FICA, UNSL)
MORENO, Enrique (tesinista, FCFMyN, UNSL)
MARTÍNEZ VIOLA, Mara Anahí (tesinista, becaria CyT, FQByF, UNSL)
QUIROGA, Emilia (FQByF, UNSL)
QUIROGA, Lautaro (FCFMyN, UNSL)
SAÁ, María del Valle (tesinista, FCS, UNSL)